CERVANTES EN ARGEL
Mi valoración personal de "Cervantes, en Argel", es de MUY RECOMENDABLE, otorgándole 3 tréboles. Bajo la impactante portada de un prisionero cristiano, resignado, cabizbajo y grilletes en ambas muñecas Álber Vázquez nos invita a conocer un periodo poco documentado sobre nuestro más insigne escritor patrio, Miguel de Cervantes Cortinas. Álber reconstruye el periodo de tiempo en el que Cervantes y otros cientos de españoles tras regresar de diferentes batallas y escaramuzas en el mediterráneo frente a los turcos son capturados y llevados cautivos a Argel. Nuestro protagonista, que participó heroicamente en la batalla de Lepanto, tras sobrellevar unas severas heridas sufrió la distrofia en su brazo izquierdo, se encuentra imposibilitado de este brazo para realizar cualquier movimiento. Albert nos describe con maestría, claridad y veracidad como era la vida en Argel, donde reinaba el caos, las traiciones, la búsqueda de status social y económico, donde convivían diferentes culturas, reinaba la violencia, se sufría esclavitud, había religiones enfrentadas y constantes luchas de poder. A la vez, Alber nos muestra cómo vivían realmente los cautivos, como se sufragaban los rescates, como sobrevivían entre traiciones, trabajos forzados, intentos de fuga, los abusos que soportaban, las humillaciones que sufrían por parte de sus dueños e incluso la solidaridad entre cautivos. El autor busca destacar la figura histórica de Cervantes, como cautivo, dejando fuera ese aspecto más conocido como autor del Quijote y de otras extraordinarias novelas. Nos presenta un Miguel de Cervantes, prisionero, privado de la anhelada libertad (fue autor material de tres intentos de fuga durante sus 5 años de cautiverio), imaginamos sus pensamientos, sus difíciles decisiones, sus deseos, sus relaciones con el resto de compañeros presos, la preparación de los intentos de fuga buscando la regresar a España, sus miedos, la eterna soledad, su resiliencia, pero sobre todo una enorme resistencia de espíritu. Esta fuerza de espíritu y su carácter férreo le lleva a no sucumbir a la tentación de apostasiar de la doctrina cristiana para vivir la vida como renegado y profesar la musulmana, donde podría encontrar una mejor calidad de vida, siendo esclavo de algún rico mercader. Aunque Álber no se caracteriza por dar giros constantes en las historias si describe con absoluta claridad y empatía los lugares, las costumbres, el día a día, la situación de las clases sociales, etc. Destacando en su escritura su capacidad para narrar las historias con realismo, crudeza y un atractivo ritmo cinematográfico que ayuda mucho al lector a traspasar las páginas llevándole a ser uno más de los cautivos, viviendo sus penurias en primera persona. El ritmo narrativo quizás en algunos momentos adolece de falta de diálogos, pero la escritura de Álber es así. Con descripciones duras, que te hace sentir el hambre, el barro, las enfermedades, son descripciones viscerales, sangrientas. Presentando siempre personajes muy reales, fuertes, dramáticos, con enérgica lucha contra la adversidad. El autor a lo largo de la novela nos presenta a un Cervantes valiente, obstinado, pero devastado por el cautiverio, rico en recursos humanos y sociales, sagaz en ideas, rápido en tomar decisiones transcendentales, para él o para el grupo, con debilidades, con miedos, con un enorme carácter, fuerte arraigo religioso, muy culto, pero sobre todo con una férrea voluntad por sobrevivir sin perder ni un ápice de su dignidad. Álber demuestra un perfecto conocimiento del manejo de una extraordinaria documentación construyendo una novela histórica donde priman los sentimientos ante lo rigurosamente histórico. No es una biografía a la moda, es una novela histórica de ficción, que nos incita a conocer más de nuestro orgulloso escritor patrio, que ha llegado a ser el autor más leído del mundo. Siendo un merecido homenaje a una persona culta, idealista, valiente, que demostró un fuerte compañerismo, con grandes valores humanos, pero sobre todo con una enorme resiliencia para construir un futuro sobreviviendo a todas las adversidades.