LOS CABALLOS DE HITLER
Datos Técnicos:
Título: Los caballos de Hitler
Autor: Arthur Brand
Editorial: Espasa
Comentario y Opinión Personal:
En ocasiones nos
encontramos con libros que son llevados a la gran pantalla, pero en "Los
caballos de Hitler" afrontamos un hecho real que ha sido plasmado en novela
y que en breve será llevado al cine. En la mañana del 20 de mayo de 2015,
Arthur Brand, el "Indiana Jones del arte", anunciaba el hallazgo de
los caballos de bronce de Hitler que se creían destruidos durante
el asedio de Berlín en 1945 por parte del ejército ruso. Se trata de dos esculturas
equinas de tres metros de altura que permanecieron ubicadas en la fachada de la
Cancillería de Berlín durante el Tercer Reich (realizadas por Josef Thorak),
justo debajo del despacho desde el que Hitler dirigía la II Guerra Mundial y que
precisamente en el momento de bajar al bunker donde se suicidó fue lo último
que pudo ver. Además de ser, tal y como asegura Brand, la escultura favorita de
Hitler. Tanto el escultor antes mencionado como Arno Breker eran los artistas
más vinculados al movimiento alemán manejado por Hitler, quien veía en la
monumentalidad de sus obras una manera de realizar una propaganda análoga a
sus ideas y más tarde a las orientadas por el partido comunista ruso. Tras una
rocambolesca llamada de teléfono por parte de otro traficante de arte, Brand se
introduce en el oscuro mundo del coleccionismo de obras preciadas por el Tercer
Reich y que supuestamente fueron destruidas. Llegando a completar
la aparición no solo de las "Schreitende Pferde" (Caballos en
movimiento), sino de dos esculturas más de Breker y dos de Klimsch que se creían
perdidas. Al más puro estilo literario de "John Le Carré" y bajo el
perfil de un "Monument Men" de Roosvelt, Brand nos transporta a
través de un relato clandestino, a un entramado de ventas ultra secretas de
acaudalados coleccionistas europeos que habían sido en su momento aceptadas por
Rusia para generar entrada de divisas con el fin de gestionar contubernios nada
lucrativos en el entorno geopolítico del momento.
Mi valoración personal de
"Los caballos de Hitler" es de MUY RECOMENDABLE,
otorgándole 4 tréboles. La lectura de este acontecimiento histórico y
mundial en el mundo del arte y el hallazgo de estas "polémicas" obras
de arte en un momento histórico-político tan manido y desacreditado con claros
prejuicios abre el debate de la exposición de determinadas obras de arte tan
solo por ser realizadas por artistas y auspiciadas por personajes infames para
la historia y la sociedad mundial. Recordemos que nuestro Felipe II bajo el
yugo de la Inquisición no era muy dado a la clemencia religiosa dentro y fuera
de España y sin embargo fue un gran mecenas del arte en general y un gran
custodio de libros prohibidos de los cuales presumimos actualmente. Del mismo modo, el arte que se construye en la
actual China debe ser vilipendiado por estar bajo los mandatos de la
"dictadura china". No se puede cambiar la historia porque es la que
es, y debemos valorar el arte desde un punto de visto estético sin prejuicios
de ningún tipo. La novela esta trufada de numerosas organizaciones clandestinas
unas y no tan desconocidas otras que a lo largo de decenas de años han ayudado
y siguen ayudando a personajes proclives a las ideas del Tercer Reich. En
ocasiones con donativos y en otras con la venta de obras de arte que reportan considerables
cantidades de dinero alimentando a dichas organizaciones para que perduren en
el tiempo sin perder fuerza política. Para finalizar quiero reconocer que el
descubrimiento de Arthur Brand me ha resultado muy interesante y me gustaría recordar
que gracias a algunas de sus intervenciones se han recuperado obras como
"El evangelio de Judas" (un extraño texto en copto que sitúa al
traidor de Jesús como su discípulo más fiel), "Busto de una mujer" de
Picasso o el anillo de Oscar Wilde hasta llegar a un palmarés de rescates que
ronda los 220 millones de euros hasta el momento.
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