miércoles, 27 de octubre de 2021

 LOS CABALLOS DE HITLER

Datos Técnicos:
Título: Los caballos de Hitler
Autor: Arthur Brand
Editorial: Espasa

Comentario y Opinión Personal:   
En ocasiones nos encontramos con libros que son llevados a la gran pantalla, pero en "Los caballos de Hitler" afrontamos un hecho real que ha sido plasmado en novela y que en breve será llevado al cine. En la mañana del 20 de mayo de 2015, Arthur Brand, el "Indiana Jones del arte", anunciaba el hallazgo de los caballos de bronce de Hitler que se creían destruidos durante el asedio de Berlín en 1945 por parte del ejército ruso. Se trata de dos esculturas equinas de tres metros de altura que permanecieron ubicadas en la fachada de la Cancillería de Berlín durante el Tercer Reich (realizadas por Josef Thorak), justo debajo del despacho desde el que Hitler dirigía la II Guerra Mundial y que precisamente en el momento de bajar al bunker donde se suicidó fue lo último que pudo ver. Además de ser, tal y como asegura Brand, la escultura favorita de Hitler. Tanto el escultor antes mencionado como Arno Breker eran los artistas más vinculados al movimiento alemán manejado por Hitler, quien veía en la monumentalidad de sus obras una manera de realizar una propaganda análoga a sus ideas y más tarde a las orientadas por el partido comunista ruso. Tras una rocambolesca llamada de teléfono por parte de otro traficante de arte, Brand se introduce en el oscuro mundo del coleccionismo de obras preciadas por el Tercer Reich y que supuestamente fueron destruidas. Llegando a completar la aparición no solo de las "Schreitende Pferde" (Caballos en movimiento), sino de dos esculturas más de Breker y dos de Klimsch que se creían perdidas. Al más puro estilo literario de "John Le Carré" y bajo el perfil de un "Monument Men" de Roosvelt, Brand nos transporta a través de un relato clandestino, a un entramado de ventas ultra secretas de acaudalados coleccionistas europeos que habían sido en su momento aceptadas por Rusia para generar entrada de divisas con el fin de gestionar contubernios nada lucrativos en el entorno geopolítico del momento.

Mi valoración personal de "Los caballos de Hitler" es de MUY RECOMENDABLE, otorgándole 4 tréboles. La lectura de este acontecimiento histórico y mundial en el mundo del arte y el hallazgo de estas "polémicas" obras de arte en un momento histórico-político tan manido y desacreditado con claros prejuicios abre el debate de la exposición de determinadas obras de arte tan solo por ser realizadas por artistas y auspiciadas por personajes infames para la historia y la sociedad mundial. Recordemos que nuestro Felipe II bajo el yugo de la Inquisición no era muy dado a la clemencia religiosa dentro y fuera de España y sin embargo fue un gran mecenas del arte en general y un gran custodio de libros prohibidos de los cuales presumimos actualmente. Del mismo modo, el arte que se construye en la actual China debe ser vilipendiado por estar bajo los mandatos de la "dictadura china". No se puede cambiar la historia porque es la que es, y debemos valorar el arte desde un punto de visto estético sin prejuicios de ningún tipo. La novela esta trufada de numerosas organizaciones clandestinas unas y no tan desconocidas otras que a lo largo de decenas de años han ayudado y siguen ayudando a personajes proclives a las ideas del Tercer Reich. En ocasiones con donativos y en otras con la venta de obras de arte que reportan considerables cantidades de dinero alimentando a dichas organizaciones para que perduren en el tiempo sin perder fuerza política. Para finalizar quiero reconocer que el descubrimiento de Arthur Brand me ha resultado muy interesante y me gustaría recordar que gracias a algunas de sus intervenciones se han recuperado obras como "El evangelio de Judas" (un extraño texto en copto que sitúa al traidor de Jesús como su discípulo más fiel), "Busto de una mujer" de Picasso o el anillo de Oscar Wilde hasta llegar a un palmarés de rescates que ronda los 220 millones de euros hasta el momento.

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