EL FABRICANTE DE RECUERDOS
Comentario y Opinión Personal:
En las anteriores obras de Martí Gironell nos habíamos deleitado con novelas históricas (en torno al siglo XV) que transcurrían en la zona cercana a Besalú donde el autor se encuentra muy cómodo y demuestra manejar una documentación exhaustiva, concisa y muy enriquecedora para el lector. En esta ocasión Gironell se embarca en una novela costumbrista y biográfica de principio del siglo XX amparado en la figura del fotógrafo Valentí Fargnoli. Era un fotógrafo ambulante que marchaba con su bicicleta recorriendo la provincia de Girona, donde era muy reconocido y valorado. "El fabricante de recuerdos" transcurre en 1944, cuando Valentí acude al establecimiento del que fue su ayudante Martí Roura, pues se siente próximo a la muerte. Maestro y discípulo hacen un repaso a los años previos a conocerse, como conoció a su amada Rosa, las desgracias familiares que sufrieron, como realizaba su tarea de fotógrafo, como entablaron relación laboral y de amistad entre ambos y como se convirtió en fotógrafo real. Para más tarde hacerle llegar a su ayudante una herencia en forma de caja con sus fotografías más preciadas y anónimas. Valentí como fotógrafo oficial de Alfonso XIII se encontraba presente en el momento del atentado que sufrió el día de su boda el 31 de mayo de 1906 y en sus fotografías se encuentran momentos inéditos y por supuesto muy comprometedores que Valentí ha mantenido escondidos hasta ahora. No quiere implicar directamente a su ayudante mostrándole de primeras el contenido de dicha caja. Gironell se permite construir una hipótesis sobre los motivos que llevaron a Valentí a desaparecer durante 2 años y a no mostrar nunca sus fotografías. Fargnoli era un hombre justo, integro, noble, sin un ápice de malicia ni egoísmo, igualitario y comprometido con el resto de la sociedad, que pretendía inmortalizar a través de sus fotografías todo lo que le impactaba siguiendo su instinto natural. Para los puristas de la fotografía o las tendencias del momento Fargnoli no tenía en cuenta los encuadres, la luz u otras cuestiones estéticas, pero con sus fotografías captaba el alma, la verdad de lo inmortalizado, la esencia misma del personaje, el paisaje o el momento que fotografiaba.
Mi valoración personal de "El fabricante de recuerdos" es de MUY RECOMENDABLE, otorgándole 4 tréboles. Gironell siempre aporta y enriquece sus novelas con personajes anónimos o poco conocidos, pero siempre con una extraordinaria historia detrás de sus vidas y vicisitudes. Sus novelas siempre son de ineludible lectura para poder conocer personajes que, de no ser por este tipo de novelas, nunca hubiéramos conocido o hubiéramos tenido noticias suyas. Fargnoli era un hombre sencillo que ponía la mirada en cosas sencillas, humanas, pero con una enorme dignidad. Por eso es habitual encontrar bar, ayuntamiento o centro cultural donde aparezcan actualmente fotos suyas. Además de mostrar la figura de Fargnoli, Gironell nos invita a entrar en lugares donde era usual encontrar una pequeña y humilde exposición de fotografías, postales, instantáneas de monumentos, lugares singulares de la zona, o incluso retratos de difuntos. Nos enseña cómo se realizaban las fotografías, como era el proceso de revelado y os aseguro que para neófitos como yo esa parte de la novela resulta muy enriquecedora y se agradece en la lectura. Retrata perfectamente el papel de la mujer de la mano de Rosa, luchando por un papel igualitario en una sociedad que las tiene marginadas e incluso tenían que ocultar su identidad para poder formar parte de la cultura, como el caso de "la gran Victor Catalá". En su apartado costumbrista la novela narra extraordinariamente el aire que se respiraba en aquellos convulsos años en torno a principios de siglo XX entre revueltas, atentados, protestas ciudadanas y donde la industrialización enriquecía a la notable clase burguesa catalana en detrimento de unas condiciones laboras insalubres y unos míseros sueldos y jornadas interminables de los trabajadores.
Gironell demuestra novela tras novela un amable, fino y exquisito equilibrio entre los diálogos y las narraciones a través de unas lecturas amenas, agiles y muy gratificantes. "El fabricante de recuerdos" no solo es una novela biográfica de Valentí Fargnoli es un homenaje a los fotógrafos que inmortalizaron el retrato de la España de la época y que han permitido luchar contra el olvido y la desmemoria, permitiendo revivir otras épocas y recordar momentos del pasado, en unas ocasiones felices y en otras traumáticas, sin olvidar a las humildes gentes que sufrieron los vaivenes de la España de finales del XIX y principios del XX.
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