martes, 13 de mayo de 2025

 ALÍ BEY



Titulo: Alí Bey
Autor: Antonio Torremocha Silva
Editorial: Almuzara
 
Sinopsis y valoración personal: Año 1803. Domingo Badía Leblinch, un ilustrado catalán con una mente brillante y un espíritu aventurero, es reclutado por el Gobierno español para una misión secreta. Con el respaldo de Manuel Godoy y el rey Carlos IV, asume la identidad de un príncipe musulmán. Alí Bey el Abbassí, y parte rumbo al norte de África con el objetivo de estudiar el mundo islámico y recabar información estratégica para la Corona.
Desde las bulliciosas calles de Tánger hasta los fastuosos palacios de Marruecos, Alí Bey es acogido como un noble extranjero, mientras en las sombras se tejen intrigas y juegos de poder. Su viaje lo llevará más allá del Magreb, cruzando el Mediterraneo hasta Egipto, Palestina y Constantinopla, donde deberá sortear espías, desconfianza y el peligro constante de ser descubierto. Su mayor hazaña será alcanzar La Meca, un territorio prohibido para los no musulmanes.
Pero su destino tomará un giro inesperado al regresar a España. La caída de Godoy y la invasión napoleónica lo colocan en una encrucijada, donde su lealtad será puesta a prueba. 

Mi valoración personal de "Alí Bey" es de MUY RECOMENDABLE, otorgándole 4 tréboles. En esta ocasión don Antonio rescata la desconocida figura de Domingo Badía Leblich. Un catalán ilustrado del siglo XIX, un hombre adelantado a su tiempo, aguerrido aventurero, maestro del disfraz y la diplomacia que desafió fronteras y arriesgó su vida en busca de conocimiento, aventura y un lugar en la historia. Auspiciado por Godoy logró financiación para una expedición a Marruecos con el pretexto científico, pero en realidad le movía un interés político, que exigía una transformación total (incluso llegó a la circuncisión) hasta convertirse en un aparente príncipe sirio, llegando a ser capaz de recitar versos completos del Corán hasta ganarse la confianza de todos los ulemas, sultanes y gerifaltes que se encuentra en su periplo por el norte de África, y el lejano y desconocido Próximo Oriente, desde Chipre, Egipto y Arabia, hasta Palestina, Siria y Constantinopla llegando hasta La Meca (lugar prohibido para los infieles). Durante su viaje demuestra una gran personalidad, un completo conocimiento de todo lo que le rodea, una formidable diplomacia, un perfecto control de su falsa identidad, una innata inteligencia, y un afán de ambición y conocimiento que le permite mandar abundantes informes pormenorizados de las situaciones políticas que viven aquellos remotos lugares, donde el resto de potencias europeas han apostado espías e ingentes cantidades de dinero. Cuando terminó su viaje por tierras de Oriente supo navegar perfectamente en la España ocupada por las fuerzas napoleónicas, sirviendo como intendente de Segovia y gobernador de Córdoba, pues compartía las ideas reformadoras y constitucionales que aportaba el monarca francés. Circunstancias y pensamientos que le llevó a ser considerado por alguno como héroe y otros como villano y afrancesado.

La narrativa de Torremocha es sobria, de lectura fácil y adictiva, narrando la vida de Domingo Badía como si fueran sus memorias, las descripciones son limpias y concretas, sin distraer al lector de la trama. La exhaustiva documentación que aporta Torremocha es considerable y queda reflejada en las últimas páginas, pero no abruma en ningún momento al lector. Esta documentación es un maná asombroso para todo amante de la historia que se muestra ávido y necesitado de continuar leyendo para conocer de primera mano las vicisitudes de un español desconocido para muchos (entre los que me incluyo) que bien pudo ser nuestro Lawrence de Arabia patrio. "Alí Bey" es una extraordinaria novela histórica que no viene recargada de batallas, ni datos, pero si muestra la fuerza, la entereza y la inquietud de un hombre hecho a sí mismo, valiente, inteligente, calmado, que no dudo en arriesgar su vida en busca del conocimiento de nuevas culturas y de aventuras hacia lo desconocido.

A lo largo de todas las obras que llevo leídas de Torremocha, siempre destaca el arduo trabajo y el enorme esfuerzo e interés en despertar de ese olvido a personajes patrios denostados, olvidados, desconocidos e incluso vilipendiados para darles su lugar correcto en la historia patria. 

Sobra comentar que si estos hombres tan extraordinarios hubieran nacido en el mundo anglosajón serían relevantes personajes de películas, series de televisión, estudiados en universidades y aparecerían en cientos de estatuas y calles o avenidas. Los españoles somos diferentes, olvidamos a nuestros propios héroes para traer otros impostados de otras culturas, unas veces por snob y otras por modas pasajeras. A pesar de todo, siempre quedará gente como Don Antonio, que profundizará en legajos y libros antiguos, que acudirá a conferencias donde le revelen una historia, un dato, o un desconocido personaje del que pueda tirar de la manta histórica para mostrárnoslo al resto de su acólitos lectores, enriqueciendo nuestro glorioso elenco de hombres y mujeres que con su trabajo, su esfuerzo, su tenacidad, su inteligencia, su valentía, su arrojo y su honor construyeron esa España que nos tenía a todos unidos y que nos llevó a conquistar y conocer tierras inhóspitas, ignotas, a transformar el orbe conocido, cumplimentando en los mapas zonas desconocidas, abriendo puestas a nuevas culturas y costumbres, generando mestizajes y en definitiva a plasmar nuestro mundo tal y como es en realidad.




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