CASTELLANO
Datos Técnicos:
Título: Castellano
Autor: Lorenzo Silva
Editorial: Destino
Comentario y Opinión Personal:
Como no podía ser de otra
manera "Castellano" de Lorenzo Silva se presenta bajo una portada austera, noble, rotunda y
valiente para ir haciendo cuerpo de lo que el lector se va a encontrar en sus
páginas. Antes de comentar la obra de Silva quiero reconocer abiertamente la valentía
que demuestra un escritor consagrado y exitoso de novela negra al salirse de su
"zona de confort" para marcarse un regalazo en forma de viaje en el
espacio y en el tiempo ahondando en sus raíces castellanas hacia los albores
del siglo XVI. Todos los de mi edad (finales de los 60) tuvimos la obligación
de conocer el movimiento de los comuneros y en especial las figuras de sus
personajes más importantes (Padilla, Bravo y Maldonado), pero sin llegar a
profundizar demasiado en el tema y sus consecuencias. Más tarde, cuando asenté
mi madurez y mi curiosidad se incrementó, indagué en el tema y pude conocer a
través de diferentes fuentes históricas otras perspectivas de lo ocurrido entre
1520 y 1522 en aquellos paramos castellanos gobernados por el entonces joven, egoísta
y mal asesorado Carlos V. En "Castellano" Silva nos invita a participar
de la mano de un narrador en primera persona de la revuelta comunera encabezada
por los conocidos comuneros antes mencionados junto a otros tantos personajes
menos conocidos tanto de las clases populares, de juristas, religiosos, como
de la pequeña y media nobleza de las principales ciudades castellanas que
dieron su vida por un orgulloso ideal de justicia y de libertad, luchando
contra la tiranía y el absolutismo regio, creando las bases para la primera
revolución social en Europa bajo el amparo de la ley y reivindicando las leyes
y principios del reino de Castilla por encima de interés partidistas e
individuales, y sobre todo cimentando las bases del primer liberalismo español que
quedo injertado en la Constitución de Cádiz. Llegado este momento quiero
destacar la figura castellana por antonomasia, Doña Juana De Castilla. A la que
encerraron durante cuarenta y seis años privándola de sus libertades más esenciales y que a pesar de ser propuesta
como reina de Castilla por los comuneros (honor que le correspondía por consanguinidad),
pero tal y como había sido educada por sus padres los Reyes Católicos, asume un
papel secundario en este movimiento social y de manera rotunda decide dar un
paso atrás para no actuar contra su hijo. "Castellano" es una
obra difícil de encajar en géneros literarios (verdaderamente no le hace
falta). Es un auténtico placer poder leer una obra de esta envergadura
histórica desde la perspectiva de un escritor extraordinario y brillante como
Silva sin el perfil de historiador. Tan solo desde la perspectiva de un
individuo afincado en Madrid, enamorado del mediterráneo, con sangre andaluza y
raíces castellanas que en un momento de su vida recibe ese "mensaje"
que le hace despertar su identidad sin desmerecer ni menoscabar al resto de las
identidades tal y como el las entiende. Como comenta Silva "el movimiento comunero fue
reprimido de modo durísimo y se extirpó cualquier huella, a sangre y fuego, tal
vez por eso a los castellanos les ha costado tanto luego rebelarse contra el
poder". Es un periplo a las profundidades del alma castellana, sin escatimar
ni obviar sus claroscuros, donde el arrojo y la valentía del espíritu de la
meseta también da cabida a la crueldad y la avaricia de los conquistadores que
marcharon al Nuevo Mundo o donde se fundó una lengua que hoy es hablada por más
de 500 millones de personas.
Mi valoración personal de
"Castellano" es de MUY RECOMENDABLE, otorgándole 4
tréboles. No solo es una obra extraordinariamente escrita, personal,
comprometida y con una documentación impresionante y bien desarrollada (sin los
excesos de fechas y datos históricos en los que a veces caen los eruditos historiadores),
sino que es un alegato "sano, respetuoso y austero" que ayuda a razonar y entender la idiosincrasia
del castellano, su manera de ser, afrontar y entender la vida a lo largo de los años. Como madrileño con sangre salmantina, el
encontrarme con una obra como esta me despierta el orgullo de pertenecer a una
familia de hombres y mujeres humildes que sufren los rigores de un campo yermo y desgastado, las duras vicisitudes diarias de un extenuante y mal pagado trabajo, el abuso y olvido de los poderosos menoscabando y negándole sus
principios y servicios básicos, que tuvieron que marchar de su tierra buscando mejor vida y
que no muestran el más mínimo gesto de enfado, ira o rencor, tan solo agachan
el rostro resignados y continúan trabajando, leyendo o charlando. “Castellano” no es un grito de enaltecimiento de Castilla sino un homenaje
a ese individuo mesetario público o anónimo que tanto aportó a la historia de España y que tan
olvidado y vilipendiado ha estado y esta desde hace muchos años.
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