AROMA DE GUERRA Y CAFÉ

Titulo: Aroma de guerra y café

 Autor: Emilio Calderón

   Editorial: Ediciones B

 

Sinopsis y valoración personal: 1942, Japón. Mientras la Segunda Guerra Mundial estalla y España se enfrenta a los años más oscuros de la dictadura franquista, Jacinto Casares y su hija María preparan el equipaje para partir hacia el Imperio del Sol Naciente. Propietaria de una hacienda cafetera en la isla de Java, la familia ha decidido aceptar un encargo que podría beneficiarles en estos momentos convulsos. Sin embargo, cuando llegan a Japón todo se complica y María deberá llevar a cabo una peligrosa misión: transportar joyas de gran valor escondidas entre el café. Con la orden de protegerla a toda costa, la joven será acompañada por el coronel Juro Hokusai, con quien empieza a florecer un amor prohibido y pasional. Juntos emprenderán un viaje que los llevará hasta la plantación familiar en Java, donde los recuerdos del pasado se convierten en los horrores del presente.

Mi valoración personal de “Aroma de guerra y café”, es de MUY RECOMENDABLE, otorgándole 4 tréboles. Es una extraordinaria novela fraguada desde un ritmo pausado, apacible, sin abrumar al lector, donde Emilio como un buen tahúr muestra parte de sus cartas, capitulo a capitulo sus propósitos, sus intenciones, pero nunca anticipa el final del juego. Ideada sobre una amalgama de miedos, de rencillas, de pasión, de guerra, de maldad humana, de dolor, de secretos, de amor, de la aparición de enormes diferencias sociales, policitas, culturas tan distintas como la japonesa y la española, de supervivencia, de luchar por un sueño, por su propia libertad y la de los suyos, e incluso por la posibilidad de que prisioneros de guerra puedan tener unas mejores condiciones de vida en cautiverio a cambio de intercambio de mercancías entre los diferentes servicios de inteligencia de los países involucrados en el conflicto bélico. La trama se cimienta en un perfecto control y conocimiento de la cultura, costumbres, sociedad e historia japonesas que Emilio demuestra en cada capítulo aportando matices enriquecedores a la novela para deleite del neófito lector de cultura japonesa, llevando al lector a momentos interiores de reflexión humana y social, gracias a una filosofía basada en el arte, la pintura, el paisaje, en las vivencias del día a día, en sus recuerdos, en su milenaria historia, además de un exhaustivo y bien documentado conocimiento de todo lo acaecido tanto en la España franquista y sus dirigentes como en el conflicto de la segunda guerra mundial entre estadounidenses y japoneses. Los personajes, quienes quedan fagocitados por la vorágine franquista y los tejemanejes contrabandistas de los acólitos situados en la cúpula política de Franco, sufren una metamorfosis enorme pasando de ser simples marionetas del poder a luchar por su propio destino y los de su familia. Todo nos lleva hasta ese final de la trama bien cerrado, perfecto y redondo que el tahúr Emilio Calderón nos anticipó en sus primeras manos de cartas en los capítulos iniciales.