LOS GUARDIANES DEL PRADO
Datos Técnicos:
Título: Los guardianes del Prado
Autor: Javier Alandes
Autor: Javier Alandes
Editorial: Espasa
Comentario y Opinión Personal:
A pesar de reconocerme como
un lector compulsivo de buena literatura patria y de novelas históricas en
particular, me resultaba totalmente desconocido el bagaje literario de Javier
Alandes. La lectura de Los guardianes del Prado me han
permitido introducirme en su escritura y os aseguro que tras disfrutarla y
aprender con ella Javier Alandes tiene otro nuevo acolito entre sus líneas. El
origen argumental parte de los albores de la Guerra Civil, Franco encarga al
general Gallardo, hombre de su confianza, que negocie el apoyo de la Alemania
nazi a favor del ejercito sublevado. El general Jürgen von Schimmer,
interlocutor del gobierno alemán, deja muy claro cuál es el precio por mandar
la aviación para realizar bombardeos selectivos, la rica colección numismática
dle Museo Arqueológico Nacional y por enviar a las temidas tropas terrestres
del ejercito del Reich, el Autorretrato de Durero y Las Meninas.
Los
guardianes del Prado es una novela que combina hechos históricos con
total verosimilitud y personajes reales creados desde la ficción. El autor nos
permite vivir la recreación de la Valencia del 36 (donde se trasladó el
gobierno republicano) a través de unos escenarios asombrosos y una portentosa
capacidad descriptiva que lleva al lector a introducirse como un transeúnte más
en sus avenidas, entre sus gentes, sentándose en sus terrazas a disfrutar de un
efímero café o sintiendo el miedo de los bombardeos que se suceden cada vez con
mayor asiduidad. Como hemos vivido y estamos viviendo actualmente, en todas las
contiendas bélicas, el patrimonio cultural pasa a un segundo plano, pero no por
ello tenemos que dejar de cuidar y velar por unas obras artísticas que reflejan
el paso de nuestra historia y de nuestras costumbres. Javier Alandes no es
historiador y en esta novela no pretende desarrollar un ensayo histórico ni
describir hechos objetivos sucedidos durante la Guerra Civil con el traslado de
las obras más representativas del Museo del Prado durante la contienda. Javier
busca un complemento a la historia, una nueva forma de conocerla de un modo
apasionado y entusiasta que emocione al lector a través de las vivencias, los
miedos de sus personajes combinando con imaginación, libertad, soltura y
maestría la ficción y la realidad histórica a partir de un suceso histórico
acaecido en Valencia durante 1936. Tal y como comenta el autor "la
historia la escriben los vencedores, y lo que se propaga o silencia lo deciden
estos". Esta obra es la mejor forma de que esto no siga sucediendo.
Mi
valoración personal de Los guardianes del Prado es de MUY
RECOMENDABLE, otorgándole 4 tréboles (puntuación máxima). Javier
reconoce en entrevistas que sus novelas “pretenden entretener y generar buena
lectura”, pero también mostrar hechos históricos un tanto desconocidos que bajo
el tapiz del thriller lleguen al lector como una novela de aventuras, de
intrigas, de amor, de secretos, que emocione, que haga reflexionar al lector,
con total verosimilitud al amparo de la historia, sin tergiversar en ningún momento
la realidad. Es una novela narrada en tercera persona, con unos hechos
históricos perfectamente estructurados, documentados y narrados bajo el
paraguas de la ficción, donde Javier gestiona con equilibrio y solvencia
distintos recursos narrativos: dosifica el suspense según las necesidades del
argumento, acelera y ralentiza la narración, integra las descripciones en la
acción, utiliza el amor, los sentimientos y los dramas personales para dar
mayor responsabilidad a los personajes e incluso en ese control narrativo se
permite tirar de ironía en determinados momentos.
Me
resultó acertadísimo y muy enriquecedor el capítulo dedicado a Velázquez donde
realiza un cameo en el preciso momento en el que el pintor está ideando Las Meninas, donde crea una nueva técnica pictórica.
Javier
no deja al lector indiferente ante la aptitud de las mujeres a lo largo de la
novela. A través de Bela y Elisa, retrata la evolución del papel social de la
mujer durante la Republica. Ambas toman las riendas de sus vidas contra viento
y marea. Son rebeldes, independientes, fuertes, con carácter llegando a
enfrentarse a una parte de la sociedad española que se niega a reconocer el
cambio. Es sin duda una novela EXTRAORDINARIAMENTE sensible, donde el bien. el
mal, los arrepentimientos, la ambición, el honor, el poder, el fracaso, la
vida, la muerte navega en la bruma de la conciencia humana aflorando en las
peores situaciones a las que puede llegar el hombre creando conflictos
existencialistas. Javier no toma partido hacia ningún bando, ni sobre la
postura o valoración que toma cada uno de los personajes en este
acontecimiento. Para ensalzar la importancia que tuvieron estos ciudadanos
velando por las obras de nuestro museo patrio me gustaría que tras la lectura
de esta reseña de Los guardianes del Prado volvieseis a recuperar mi
reseña anterior de La vida secreta de los cuadros de Agustín Sánchez
Vidal. En ella intento destacar la riqueza, secretos y apego histórico de cada
una de las pequeñas, enormes, conocidas y desconocidas obras que atesora
nuestro gran museo nacional. Siendo un museo vivo, basado y creado a partir de
nuestra historia.
He
dejado de manera consciente para el final el aspecto más rico, apreciado y que
hace distinta a esta novela de otras que haya podido leer. Javier nos sumerge
de la mano de unos personajes maravillosos y admirables en sus vivencias, en
sus sentimientos, en sus sufrimientos, en sus amores, en sus miedos, en sus
secretos en un hecho histórico que pudo marcar el devenir de Europa en el siglo
XX y que de no ser por el valor y arrojo de unos cuantos "anónimos"
ciudadanos quizás ahora estaríamos todavía viviendo bajo el yugo del totalitarismo
dictatorial que pudo suponer el arraigo nazi en Alemania. Los guardianes
del Prado es sobre todo una novela de rendidos homenajes a tantos hombres
y mujeres anónimos y desconocidos que dieron su vida o su futuro por algo que
consideraban bueno o legítimo. De igual manera rinde homenaje a las
extraordinarias y sublimes obras que atesora nuestro Museo del Prado y sobre
todo a la figura de uno de nuestros mejores pintores “Velázquez”.
Los
guardianes del Prado me ha llevado a conocer a un escritor sensible,
trabajador, perfecto comunicador, conciso en lo que quiere transmitir, que
pretende despertar, entretener y hacer reflexionar al lector con sus historias
y además una excelente persona y amigo de sus amigos.
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