LA DAGA DEL REY
Mi valoración personal de "La daga del rey" es de MUY RECOMENDABLE, otorgándole 3 tréboles. Mi primera incursión en la literatura de Fernando Nadal me ha llevado a descubrir la hasta ahora desconocida figura de D. Álvaro de Luna. Bastardo sin apenas linaje que irrumpió en la corte de Juan II de Castilla siendo paje hasta convertirse en su mano derecha, logrando ser el segundo hombre más poderoso de Castilla. Álvaro de Luna llegó a ser consejero real y el noble con más influencia personal sobre el monarca, acumulando títulos, riquezas y señoríos de forma extraordinaria y bastante peculiar. Era un hombre calculador, manipulador, con altiva determinación, experto en las intrigas del poder, seguro de sí mismo, de una ambición desmedida, inteligente, desconfiado, metódico, introvertido, admirable estratega, refutado diplomático, políticamente despiadado, imperturbable, trufado de frialdad, que combinando esto con la lealtad personal y la confianza que ejercía sobre el monarca, así como su capacidad para superar obstáculos, le llevó a ser nombrado Condestable de Castilla. Siendo el más alto cargo de la corte de Castilla y codiciado por toda la rancia nobleza castellana que no ve de buenos ojos que este insigne cargo sea depositado en un bastardo sin abolengo, que además le permitía movilizar grandes hordas de soldados a su antojo con el único fin de asegurar su poder y lugar en la corte, ejerciendo su dominio mediante el miedo y la intimidación sistemática. Esta combinación de despiadado estratega, su cercanía con el rey, su carisma personal, su influencia y amistad con la baja nobleza y su poderío militar le llevó a tener una extraña y poco común longevidad política en una época turbulenta, belicosa y muy inestable política y militarmente. Para conseguir todo esto, tuvo que debilitar el poder de la alta nobleza buscando afianzar y acrecentar el poder real ante estos, permitiendo crear las bases del Estado moderno en el que logró emplazar a Castilla. Sin embargo, su bagaje político tuvo de positivo que transformó las estructuras de poder en Castilla y allano el camino a la heredera de Juan II, la gran Isabel de Castilla, más tarde Isabel la Católica.
No obstante, este desgaste personal contra el poder establecido tuvo un efecto calamitoso para nuestro personaje. Llegando a pagar con su propia vida lo que implica la ambición, la codicia, la arrogancia, la soberbia desmedida y las constantes luchas intestinas dentro de la corte castellana del siglo XV, demostrando la naturaleza frágil y compleja de su privilegiada y ansiada posición.
La lectura de "La daga del rey" es ágil, didáctica, amena y está construida con una estructurada clara y comprensible en la lectura de cada capítulo que agradece el avezado lector de buenas y desconocidas historias. Ofrece una visión rigurosa y fidedigna del momento histórico en el que transcurre. Las descripciones sociales, económicas, religiosas y geopolíticas de la época son veraces y fehacientes, ayudando al lector a ser uno más de las intrigas, las negociaciones e incluso en los conflictos bélicos. En resumen, "La daga del rey" me ha permitido conocer a un personaje desconocido como era Álvaro de Luna, que demostró ser un auténtico arquitecto político, que supo navegar por aguas turbulentas plagadas de tiburones hasta lograr sus propios objetivos, tratando siempre de construir alianzas, mantener el reino en una relativa estabilidad y sobre todo cimentar la centralización del poder en la corona, sirviendo a un proyecto político ambicioso y nuevo en Europa, dando los primeros pasos para la unificación de España.
Estimado Juan Carlos, no puedo expresar con palabras lo agradecido que estoy por tu detallada y generosa reseña de "La daga del rey", mi última publicada por La Esfera de los Libros. Tu análisis me conmueve profundamente, pues has captado exactamente lo que intentaba transmitir con esta obra.
ResponderEliminarMe llena de satisfacción que hayas apreciado tanto la estructura narrativa como el rigor histórico del relato. Uno de mis mayores desafíos fue precisamente equilibrar la amenidad de la lectura con la fidelidad a los hechos históricos, para que el lector pudiera sumergirse completamente en la época.
Álvaro de Luna fue, como bien señalas, un personaje fascinante y poco conocido cuya habilidad política merece ser recordada. Su capacidad para navegar entre intrigas y construir alianzas en un contexto tan complejo hace que su historia sea no solo interesante sino también relevante para entender los orígenes de la España moderna.
Tu reseña me motiva a seguir trabajando con la misma pasión y dedicación en futuros proyectos. Los lectores como tú, que se adentran en las páginas con ojo crítico y mente abierta, son la verdadera razón por la que escribimos.
Mil gracias por tu tiempo y por compartir tus impresiones.
Cordialmente,
Fernando Nadal